La tecnología forma parte importante de la sociedad, incluso podría decirse que fundamental. Son numerosas las facilidades que permite, sin tener en cuenta todas las nuevas que ofrecerá en un futuro cercano. No se puede permanecer ajeno al hecho de que la tecnología y la educación van cada vez más unidas, de tal modo que existe específica y aplicada tecnología para niños, los nativos digitales.

Ellos son el futuro y cuanto antes se acostumbren al uso de aparatos que les faciliten las cosas, más intuitivos serán a la hora de usarlos. La introducción de iPads en los colegios se ve como novedosa hoy en día pero se trata de algo que, en unos años, será habitual. El aprendizaje con iPads les permite familiarizarse y adaptarse al uso de las tablets y otros aparatos que usarán en su futuro día a día.

Está demostrado que lo que se aprende siendo un niño cala más fácilmente en la memoria de una persona y permanece durante más tiempo. Así, hace un tiempo se apostó por introducir el estudio de idiomas en las fases más tempranas de la educación, ahora ha llegado el momento de unir tecnología y educación, permitiendo un aprendizaje con iPads que complementará su educación.

Los nativos digitales

El modelo educativo evoluciona en función de la sociedad que existe en ese momento. Teniendo en cuenta que actualmente imperan los nativos digitales, sería un error plantear la separación de tecnología y educación. Un modelo de aprendizaje analógico resultaría aburrido y contraproducente para aquellos que están acostumbrados a usar a diario pantallas y teléfonos inteligentes.

Pero, ¿qué son los nativos digitales? Los niños nacidos en el nuevo milenio, básicamente, cuando se experimentó un \’boom\’ de la tecnología puesta al alcance del ciudadano medio. El primero que acuñó el término de nativo digital fue Marc Prensky, en 2001.

Se entiende como tales a aquellas personas que nacieron cuando ya existía una nueva cultura, la de la tecnología avanzada. En el lado contrario están los padres y abuelos de esas criaturas, los que conocieron una época analógica y tuvieron que aprender a usar y convivir con la tecnología. Ellos -a los que se conoce como inmigrantes digitales- lo tuvieron más difícil para adaptarse a esos cambios.

Los niños son cada vez más intuitivos en lo referente al uso de las nuevas tecnologías. Esto es así porque para ellos no son nuevas, ya existían antes de que llegaran a este mundo y lo ven como algo normal. Es por ello que, con apenas unos años de vida, saben usar un smartphone o una tablet con mucha más facilidad que las personas adultas, menos familiarizadas con estos dispositivos.

El hecho de que, además, este tipo de aparatos sean táctiles hace más fácil su uso por parte de los pequeños. De ahí que cada vez más aparezcan modelos específicos para niños y aplicaciones encaminadas a este tipo de usuarios, con unas características determinadas para ellos. Es lo que se conoce como tecnología para niños, que en los últimos años ha evolucionado de un modo considerable.

¿Por qué no aprovechar la tecnología en la escuela?

Si los niños son nativos digitales y aprenden a usar tablets y smartphones de manera intuitiva, no hay mejor lugar para darle uso a este tipo de tecnología que en la escuela, donde además aprenderán otras cuestiones.

No se trata de permitirles jugar con estos dispositivos de cualquier manera, sino que su uso está especialmente pensado para tareas educativas. Así, están cargados con aplicaciones específicas y el uso que hagan de ellos está controlado en todo momento por el profesor de la clase.

La educación no se imparte de igual modo ahora que hace 20 años. Entonces el modelo de enseñanza se basaba en el uso de una pizarra y tiza, algo reservado principalmente para los profesores, mientras que los alumnos escuchaban desde el pupitre y tomaban notas.

En los últimos años se fueron introduciendo los ordenadores en las clases, algo que resultaba costoso y, además, precisaba de mucho espacio por el volumen que ocupaban los terminales. Ahora son las tables, mediante el mobile-learning, las que se ponen al servicio del aprendizaje en las aulas. Las mejores son incuestionables.

La introducción de los iPads en los colegios se verá como algo habitual en unos años, ¿por qué no facilitar las cosas a los hijos haciéndolo ya? De este modo, se encontrarán más preparados para el futuro que se les presenta e irán un paso por delante con respecto a otros que no han podido disfrutar de una educación tan avanzada.

Los beneficios del uso de iPads en colegios

Los beneficios del uso de iPads en colegios no se limita al hecho de que los niños se familiaricen con la tecnología, sino a lo que esta hace para que pueden mejorar sus habilidades. Básicamente, se consigue gracias al uso de las muchas aplicaciones que existen. Se trata de un aprendizaje que presenta similitudes con un juego para ellos, lo que hace que acceden con más ganas.

Así, entre las posibilidades que ofrecen las aplicaciones que ofrecen los iPads, existen numerosas en las que se potencian las habilidades matemáticas. Se trata de juegos de restas y sumas, de detectar las opciones correctas e incorrectas y toda una serie de operaciones matemáticas que mejoran su capacidad casi sin darse cuenta.

También se mejora la capacidad de síntesis. Con estos dispositivos se pueden coger los apuntes directamente en el iPad, sin necesidad de usar lápiz y libreta. Los alumnos mejoran su capacidad de síntesis al tomar notas en programas específicos para ello.

El uso de los iPads en colegios mejora, incluso, sus habilidades sociales. Los dispositivos están conectados entre sí, de modo que estudiantes y profesores puedan interactuar, algo que puede ayudarles a perder el miedo a hablar en público y a exponer problemas o soluciones ante otros.

En contra de lo que en un principio pudiera parecer, el uso de tablets favorece la creatividad de los estudiantes. Se fomenta el interés por cuestiones que de otro modo no conocerían y que ahora tienen a mano. Apenas tienen que pulsar en la pantalla para acceder a todo un mundo de novedades.

Una vez han acabado las clases los alumnos se llevan la tablet a casa, con lo que el proceso de aprendizaje continúa durante alguna hora más. Y ahí es donde entran los padres, que también tienden a involucrarse más en las tareas de los pequeños si usan estos dispositivos en lugar de cuadernos convencionales.

El hecho de que, además, tengan una tablet que les acompañe durante buena parte del día desarrolla otras cuestiones. Es el caso de la responsabilidad y el cuidado de un producto que es suyo, que es importante para su educación y que tiene un precio considerable. No se sustituye con la misma facilidad que una libreta o un bolígrafo.

Experiencias en otros países

En Holanda se han creado las Escuelas Steve Jobs, en las que niños a partir de 12 años sustituyen libros, bolígrafos y libretas por iPads. De este modo se favorece su creatividad y el aprendizaje.

Y no tienen que arrastrar durante todo el día pesadas mochilas, algo que acaba agradeciendo su espalda. Todo lo que necesitan está en una tableta que pesa menos de un kilo. Se acabaron también las excusas de haberse olvidado los deberes en casa. Todo está ahí.

En el Reino Unido se han llevado a cabo experiencias similares y los resultados no pueden ser mejores: las tasas de aprobados se han incrementado notablemente. El aprendizaje con iPads resulta un éxito porque los niños se interesan por aplicaciones educativas, dentro y fuera del aula. Apple cuenta con más de 75.000 aplicaciones educativas, por lo que resulta difícil que no encuentren numerosas que les apasionen.

Las clases se vuelven más didácticas y amenas, incluso más intuitivas para los alumnos. Los profesores pueden corregir y explicar ejercicios y test en tiempo real, algo que era imposible con los tradicionales exámenes en papel. Incluso se comunican con los alumnos mediante e mails, forma que puede extenderse también a los padres a la hora de tener que notificarles cualquier asunto relacionado con sus hijos.

El caso de la Longfield Academy

En la escuela de secundaria Longfield Academy de Kent, en el Reino Unido, realizaron un estudio en el que participaron más de 800 alumnos de diversos cursos, con edades comprendidas entre los 11 y los 18 años. Los resultados atestiguan que el uso de iPads en los colegios es beneficioso para la educación y, además, con indiferencia del curso en que se encuentren.

Siete de cada diez estudiantes consideraron que el uso del iPad les motiva y hace que se esfuercen más en sus tareas, algo que corroboraron casi ocho de cada diez profesores. La inmensa mayoría de los tutores se posicionaron a favor del uso de esta tecnología para niños y los escolares pidieron aprovechar las nuevas posibilidades que ofrecen en el aula. Apuntaban a la posibilidad de generar material audiovisual y también el uso de aplicaciones para mejorar su ortografía, algo maltratada en los últimos años.

Tablets en Etiopía

Los niños de países europeos como los comentados anteriormente están familiarizados con el uso de tablets y smartphones desde su nacimiento. De ahí que se cree que aprenden a utilizarlos de manera intuitiva porque se los ven a sus padres, abuelos y forman parte de su mundo más cercano. Sin embargo, los menores de países en vías de desarrollo responden del mismo modo cuando se les presenta uno de estos dispositivos, a pesar de que ni siquiera sepan lo que son.

Así ha quedado probado con un proyecto desarrollado en Etiopía. Se dejaron varias cajas con tablets envueltas y sin ningún tipo de instrucciones. Los niños que las encontraron las desenvolvieron y empezaron a trabajar con ellas de tal modo que en apenas unos días ya manejaban varias aplicaciones y hubo quienes consiguieron hackear y personalizar el dispositivo a su gusto.

El futuro de educar con iPads

A la vista de estos estudios y de sus resultados, cada vez son más los colegios que se han volcado en introducir las nuevas tecnologías en las aulas. No es un proceso sencillo, en parte por lo costoso que resulta y porque requiere también del aprendizaje previo por parte de los profesores.

Pero el hecho de educar con iPads es un plus a tener en cuenta a la hora de elegir el futuro académico de un hijo. En el mismo sentido en que antes era importante recibir clases en distintos idiomas o contar con un abanico de actividades extraescolares que le permitieran crecer intelectual y artísticamente.

Ofrecer a los nativos digitales unas enseñanzas acordes a sus conocimientos y que les permitirán sacar el máximo rendimiento a sus clases es algo a tener en cuenta en el momento en que se elige a qué centro educativo enviar al menor.

A la vista de cómo ha sido la introducción de iPads en colegios, hay informes que apuntan que entre 2015 y 2017 todos los escolares de Corea del Sur y de Estados Unidos tendrán una tablet en clase como base del modelo educativo. Utilizarán a diario aplicaciones educativas e interactuarán con profesores y compañeros mediante estos dispositivos.

Apostar por el mobile-learning hoy en día significará estar ofreciendo a los estudiantes la educación del futuro. Supondrá permitirles empezar a disfrutar de los beneficios que supone la combinación de la tecnología para niños y educación desde una edad temprana, lo que hará ir eliminando los obstáculos tecnológicos con que se podrían encontrar en el futuro.

La educación que reciban los escolares debe ir acorde al modelo de sociedad en que viven, no se puede pretender que participen de un modelo arcaico cuando fuera la tecnología les ofrece toda una serie de posibilidades beneficiosas. Se trata de buscar un aprendizaje que sea capaz de dar respuesta a las inquietudes de los estudiantes.

De este modo aprovecharán al máximo las posibilidades educativas que se abren ante ellos. Los nativos digitales del presente se convertirán en los triunfadores del futuro cercano.